Marc Monfort.
Logopeda. Director del centro Entender y Hablar . Madrid.
RESUMEN
La mayor parte de los trabajos relacionados
con la patología del lenguaje se ha centrado
en la vertiente expresiva, siendo un fenómeno
que se debe esencialmente a dos factores: el primero
es la mayor facilidad de observación, medición
e intervención de los aspectos expresivos del
lenguaje oral, el segundo es la naturaleza extremadamente
compleja de los procesos de recepción, procesamiento,
interpretación y almacenamiento en memoria que
intervienen en la comprensión, de los que participan
dominios que no son específicamente lingüísticos,
como la cognición o las habilidades sociales.
Sin embargo, existe actualmente un
consenso bastante extendido en considerar que la mayor
parte de los trastornos de lenguaje (incluso los que
se manifiestan sobre todo en la expresión) derivan
esencialmente de dificultades en los procesos de “entrada”
del in-put verbal proporcionado por el entorno. Es por
lo tanto preciso incrementar la atención que
dedicamos a lo que ocurre en la mente de un niño
cuando se enfrenta a la producción verbal y a
las intenciones comunicativas de los demás si
queremos acercarnos un poco más a la naturaleza
de sus dificultades.
Se analizarán los distintos
niveles de comprensión, las dificultades que
pueden aparecer a distintos niveles y relación
con las principales patologías del desarrollo
del lenguaje, y las implicaciones para la intervención
logopédica.
Conclusiones: La comprensión
del lenguaje oral pone en marcha procesos muy complejos
que combinan distintos dominios de las funciones mentales
superiores. La intervención logopédica
debe preocuparse por analizar en cada niño cuál
es el alcance real de su comprensión verbal independiente,
intentar llegar a una representación de cuáles
son los niveles de alteración implicados en los
fallos de comprensión y ajustar entonces los
procedimientos de enseñanza y entrenamiento a
dicho modelo representativo del funcionamiento interno
de la comprensión verbal del niño.
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