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La crisis febril es un evento de aparición brusca e inesperada en lactantes o preescolares bajo el contexto febril, que provoca susto, desesperación e incertidumbre en padres y cuidadores.
Ocurre entre el 2% al 5% de los niños y son la forma más frecuente de crisis de la infancia . Tiene la característica común de presentarse como crisis dada por movimientos corporales generalizados o focales, (sólo un miembro o extremidad ), con la mirada hacia arriba, por presentar o no desconexión del medio dada por mirada perdida o fija, generalmente de corta duración de segundos a minutos, y por presentarse como único evento.

 

Es una manifestación que tiene como condición fija y exclusiva que esté antecedida o que se presente durante el alza térmica con temperatura superior a 38,2 ° C. registrada por cualquier medio. Puede o no repetirse la crisis, (en uno de cada 4 niños puede recurrir), y puede presentarse desde los 6 meses hasta los 6 años. Mientras más temprano se presente, más vigilancia médica debe seguir el paciente.

Generalmente la primera crisis provoca angustia y la mayor incógnita de los padres es aclarar si se trata de una epilepsia. De acuerdo a la duración, al compromiso focal o generalizado, o la presentación de una o varias crisis en menos de 24 horas, variará su carácter de simple o compleja.
Frente a todo niño que presente una crisis con fiebre, lo más importante que hay que descartar es una una infección del sistema nervioso central, sobre todo en lactantes menores de 18 meses. Es conveniente cuando ocurra una crisis convulsiva febril, realizar un electroencefalograma (EEG), (estudio neurofisiológico que analiza la actividad eléctrica cerebral), que permite observar si hay existencia de descargas anormales o paroxísticas en el trazado, que nos orientarían a un posible problema epiléptico.

El tratamiento inicialmente con un EEG normal es el de yugular la fiebre y descartar una infección compleja, pero si se repite o el EEG está alterado, es oportuno proponer a los padres un tratamiento antiepiléptico preventivo. En cualquier caso, para tratar crisis en el momento agudo generalmente se utiliza Diazepam vía rectal o Midazolam bucal.

La intención es aclarar que la crisis febril es una entidad generalmente de curso benigno de muy buena evolución; normalmente no se trata de una epilepsia, que se autolimita con la edad, ( a los 5 – 6 años desaparece el riesgo a padecerlo ), y que en muchos casos no amerita tratamiento, sólo seguimiento por el pediatra de cabecera y /o el neuropediatra.


Equipo de INVANEP

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